Puedes contratar un servicio de fibra y elegir el tipo de instalación que más se adapta a ti. Podrás elegir entre instalación con permanencia de 12 meses y así no pagar coste de instalación. O bien puedes elegir la instalación sin permanencia en cuyo caso deberás abonar el coste de instalación en la primera factura que recibas. En las condiciones de tu contrato podrás ver el detalle de ambas opciones.